Historia del DOCTOR Canela no olvides #Compartir




EL DOCTOR CANELA

Nuestro pueblo ha tenido la suerte de atraer profesionales de otros lares que con su labor han contribuido al desarrollo de La Romana en lo cultural, científico, educativo, etc.  Los ejemplos son numerosos.  



Mencionaremos algunos a modo de ejemplo, sin que esto de alguna forma signifique restarle importancia a los no mencionados.  A nuestra mente llegan el doctor Jaime Oliver Pino, don Tiburcio Millan Lopez, Fausto Rey, don Raul Correa, 

Chiquitin Payan, Carlos Carlos Fatule, Jaime Vargas, la colonia árabe en su totalidad... y así podríamos seguir mencionando decenas más de distinguidos ciudadanos que procedentes de otras regiones o países hicieron de La Romana su ciudad adoptiva.


Hoy nos queremos referir a uno de estos ciudadanos en particular, el doctor Manuel Ramón Canela, médico cirujano que a principios de los años 60s llega a nuestra ciudad a ejercer su profesión en el hospital del Instituto Dominicano de Seguros Sociales, el hospital del seguro como popularmente se le conoce.

Sus conocimientos y su profesionalismo lo hacen destacarse en el ámbito de los cuidados de salud, ganándose el reconocimiento de la gente que lo empieza a requerir al momento de necesitar atención médica.

Tal fue su éxito que para extender sus servicios crea la Clinica Canela y desde allí amplia sus atenciones a las personas que ansiosamente reclamaban su asistencia profesional.  Hoy en día el Centro Médico Doctor Canela ofrece toda clase de especialidades médicas.  Para atender la continua demanda de servicios el centro abrió una filial, el Centro Medico Doctor Canela 2 que sirve a los barrios de la parte norte de la ciudad.

En la primera foto vemos al doctor Canela junto al doctor Carvajal realizando una cirugía en la sala de operaciones del hospital Aristides Fiallo Cabral del IDSS (1965).  En la segunda foto podemos apreciar el local donde originalmente empezó a funcionar la clínica doctor Canela (1968).

Fotos facilitadas a La Romana Calle Arriba Calle Abajo por el amigo Andrés M. Pichardo Canela.

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