¿Leer más? Este año sí...
A quienes leen por gusto, por placer les agradará esta reflexión del pedagogo español Jorge Larrosa publicada en La experiencia de la lectura (2011).
Asegura el profesor que se lee porque sí, por leer: “Aunque leamos para esto o para lo otro, aunque nos vayamos inventando motivos, utilidades u obligaciones, leer es sin por qué. Algún día empezó, y luego sigue. Como la vida”.
Pero si ese querer se ha ‘frizado’ y se mantiene todos los años en la lista de las metas a cumplir, ¿cómo recuperarlo? ¿Cómo hacerlo realidad? Tal vez te hace falta retornar a ese amor primero que te motivaba a leer por placer, como disfrute estético o por necesidad emocional.
Y esto solo se consigue asumiéndolo como una costumbre.
En Hábitos lectores y animación a la lectura (2001), el doctor en Filología Hispánica y catedrático español Pedro C. Cerrillo señala que para desarrollar hábitos lectores es necesario asumir que, “aunque se sepa leer, no se es lector hasta que no se adquiere el hábito de la lectura”.
“Las personas no llegan a ser lectores de modo automático; los lectores, por tanto, se hacen, mediante la práctica de una actividad (la lectura), a la que acceden tras el aprendizaje de unos mecanismos (los lecto-escritores) que sí tienen un principio y un final”.
Varios minutos al día son suficientes para empezar.
(+)
UNA FRASE INSPIRADORA
UNA FRASE INSPIRADORA
¿Necesitas inspiración? Mira lo que dice el ensayista y narrador mexicano Juan Coronado sobre la lectura en Para leerte mejor (Limusa, 2005): “La literatura está hecha de palabras. Las palabras conjuran, evocan, es decir, hacen nacer las imágenes. Y las imágenes nos acarician todos esos rincones internos que hemos dejado morir sin darnos cuenta.
Con la literatura florece nuestro interior marchito. Ese interior que algunos llaman alma y otros espíritu; eso que no se ve ni se toca pero que palpita siempre”.