A millones de años luz de nuestro planeta, más allá de nuestra Vía Láctea, se libra una batalla colosal, un choque titánico y esplendoroso de la naturaleza que científicos del
Instituto de Astrofísica de Canarias han observado por primera vez.
Se trata ni más ni menos de la colisión de dos galaxias, algo imposible de pensar, pero una realidad al fin. A 13,000 millones de años luz, este espectáculo que se encuentra en proceso logró ser apreciado por el conjunto de radiotelescopios
ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array).
Conocidas como
ADFS-27, las galaxias fueron identificadas cuando comenzaban el lento transcurso de fusión en una sola y única galaxia, para convertirse en una de las estructuras más gigantescas del Universo.
Dominik Riechers, astrónomo de la Universidad de Cornell en los Estados Unidos y autor principal del trabajo publicado en
The Astrophysical Journal, confirmó el acontecimiento.
“Descubrir una sola galaxia hiperluminosa es destacable por sí misma, pero el hecho de encontrar dos y tan cercanas es realmente sorprendente. Considerando la distancia de la Tierra y la impulsiva actividad de formación estelar de cada una, es posible que estemos siendo testigos de la fusión de galaxias más extrema conocida hasta la fecha” apuntó.
El inicio de este proceso de choque fue detectado por primera vez por el
Observatorio Espacial Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA), que señaló grandes zonas de cielo rojo, y que aparentemente eran unas galaxias extremadamente brillantes y lejanas.
Por consecuencia, el impacto entre estas dos gigantes, originará de manera vertiginosa el gas generador de estrellas, quien tendrá la capacidad de crearlas aproximadamente mil veces más rápido que nuestra galaxia.
Los investigadores esperan que este fenómeno continúe con su desarrollo gravitatoriamente, es decir que siga el efecto de choque hasta que cada una se frene y se atraigan hasta lograr la fusión para formar una galaxia elíptica masiva en aproximadamente unos cientos de millones de años.
