"La boca del diablo". Una leyenda del terror
"La boca del diablo". Una leyenda del terror
Se cuenta que este pozo siempre ha sido escenario de violentos asesinatos, muchos criminales se deshicieron de sus cadáveres arrojándolos en este sitio
Este terrorífico lugar también conocido como el pozo Meléndez, es una tenebrosa grieta que se pierde en las entrañas de la tierra y en la que han fracasado una serie de esfuerzos para medir la profundidad, de este terrible agujero, que se localiza en la vera de la carretera Taxco-Iguala, a unos cuantos metros del Puente Campuzano.
En cierta ocasión los bomberos de la ciudad de México, acudieron en auxilio de las autoridades locales de Taxco, para rescatar el cuerpo de un individúo, asesinado y arrojado a las profundidades de este siniestro pozo. Escaleras y cuerdas que median centenares de metros, fueron lanzadas sin tocar fondo, sin ningún resultado, la compañía minera propietaria de estos terrenos ha hecho intentos similares sin lograr establecer, la profundidad de la grieta, creen algunas gentes que hay un río subterráneo en el fondo, si es que lo tiene.
Cuentan vecinos del lugar que "El miedo era grandísimo. Hubo un tiempo en que se volvió tan frecuente que una vez a la semana veíamos carros que llegaban por las noches. A nosotros nos tocó escuchar gritos de auxilio que nadie quería denunciar porque sabíamos que eran los [policías] judiciales. En ese entonces al lado del pozo había un árbol de capiro, sus ramas crecían encima de la grieta y cuando los judiciales querían sacar información de sus detenidos, los colgaban para interrogarlos y torturarlos”.
Se cuenta que durante la revolución, fue arrojado ha esta grieta , toda una caballería, con todo y jinetes, asegurando los lugareños que después de esto, jamás notaron los malos olores que despidieron los cadáveres en descomposición.
Testimonio de lo que ahi sucedía, dicen que "El miedo era grandísimo. Hubo un tiempo en que se volvió tan frecuente que una vez a la semana veíamos carros que llegaban por las noches. A nosotros nos tocó escuchar gritos de auxilio que nadie quería denunciar porque sabíamos que eran los [policías] judiciales. En ese entonces al lado del pozo había un árbol de capiro, sus ramas crecían encima de la grieta y cuando los judiciales querían sacar información de sus detenidos, los colgaban para interrogarlos y torturarlos”.
Desde hace largos años perdura la macabra fama de este pozo siempre ha sido escenario de violentos asesinatos, muchos criminales se deshicieron de sus cadáveres arrojándolos en este sitio, la horrenda boca, y aún siguen haciéndolo. Según se dice a media voz, “aparece un vehículo, carro o camioneta, entre las sombras de la media noche, se detiene un momento, se ven sombras que se mueven arrancan y en seguida desaparecen precipitadamente por el camino”, y todo esto significa una sola cosa: otra víctima más tragada por el hocico del diablo, riñas, asesinatos por venganzas políticas o pasionales , se han epilogado en este lugar, quedando en el más impenetrable misterio estos crímenes que se han englutido, las fauces del diablo.
Se recomienda caminar con cuidado alrededor de la aventura, que mide aproximadamente 20 pies de diámetro, si usted tira una piedra grande podrá escuchar sus impactos contra las paredes de la grieta y su trayectoria a buscar fondo, ruido que se irá haciendo cada vez menor hasta el completo silencio, usted se dará cuenta de que la roca todavía sigue golpeando las paredes, mientras sigue cayendo, pero después se pierde el sonido en la negra y pavorosa profundidad del pozo. Allí no faltan muchos que rondan por el lugar después de demostrarle a usted el sitio exacto de la famosa grieta, para que no vaya a caer en ella accidentalmente. Mucho cuidado, pues no hay rejas de seguridad a pesar de los esfuerzos que se han hecho por cerrar esta abertura.